¿Qué es la química del carbono?

 

QUE ES LA QUÍMICA DEL CARBONO


La química del carbono, también conocida como química orgánica, es una rama de la química que se ocupa de las propiedades y reacciones de los compuestos del carbono.
El nombre de química orgánica debe su origen a que en un principio se creyó que sólo los organismos vivos, mediante alguna misteriosa “fuerza vital”, eran capaces de formar compuestos orgánicos.

 De acuerdo con este hecho, los compuestos químicos se clasificaban en:

- Orgánicos: si procedían de organismos vivos, animales o plantas.
- Inorgánicos: si tenían un origen mineral o podían obtenerse en el laboratorio.
La hipótesis del origen exclusivamente orgánico de estos compuestos duró hasta 1828, cuando Friedrich Wöhler preparó urea, CO(NH2)2 (sustancia procedente del metabolismo animal), a partir de cianato de amonio, NH4OCN. 
En 1845, Hermann Kolbe, alumno de Wöhler, sintetizó ácido acético a partir de sus elementos y Marcelin Berttherlot sintetizó metano; estos hechos
corroboraron las conclusiones de Wöhler y determinaron el definitivo y total rechazo de la teoría de la fuerza vital. 

Propiedades generales de los compuestos orgánicos 

El análisis de los compuestos orgánicos demostró que el carbono formaba parte de todos los compuestos orgánicos. A partir de este hecho, Friedrich A. Kekulé sugirió en 1861 que sería mejor designar la química orgánica como la química de los compuestos de carbono. Aunque hay sustancias como el dióxido de carbono, el monóxido de carbono, el ácido carbónico, los carbonatos, los
cianuros y los carburos que contienen carbono y no se estudian como compuestos orgánicos. ¿Qué diferencias hay entre los compuestos orgánicos y las sales inorgánicas?
Los compuestos orgánicos presentaban características bien marcadas que, en principio, los diferenciaban de los compuestos minerales (sustancias iónicas). Entre ellas podemos hablar de su:

Solubilidad: Los compuestos orgánicos se disuelven generalmente en otros compuestos orgánicos, como éter, cloroformo o benceno; mientras que los iónicos suelen ser solubles en agua.

Estabilidad: Los compuestos orgánicos suelen descomponerse a temperaturas relativamente bajas y suelen tener puntos de
fusión y ebullición bajos; sin embargo, los compuestos iónicos resisten altas temperaturas.

Reactividad: Las reacciones de los compuestos orgánicos suelen ser en general lentas y complicadas, a diferencia de las reacciones de los compuestos iónicos que suelen ser sencillas y casi instantáneas.

Estas diferencias cada vez son menores, puesto que el número de sustancias orgánicas con carácter iónico son cada vez
mayores. 


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